Homenaje a Mario Vargas Llosa
Tengo que reconocer que, comencé a leer su obra no hace muchos años. La primera obra que leí de él fue ‘La ciudad y los perros’, que data de 1963. Tuve que leerla para poder hacer un trabajo cuando estaba estudiando el Grado en Lengua y Literatura Española. Luego, ya por voluntad propia, leí un ensayo suyo titulado ‘Cartas a un joven novelista’, que me resultó interesante. Tras ese ensayo, leí otro, cuyo título es ‘García Márquez: historia de un deicidio’, que es un ensayo que fue el que utilizó como trabajo de tesis doctoral que le valió el título de doctor en la Universidsd Complutense de Madrid, obteniendo la calificación de sobresaliente UCM laude. En dicho ensayo, Vargas Llosa relaciona diferentes hechos ocurridos en la vida del escritor García Márquez con su obra narrativa y desarrolla una teoría según la cual el escritor se rebela contra la realidad e intenta sustituirla por la ficción que él crea, suplantando, en cierto sentido, el poder divino. El texto se divide en dos partes: ‘La realidad real’ y ‘La realidad ficticia’. Unos meses más tarde, leería su novela ‘Conversación en la catedral’, que fue publicada en 1969, que es un retrato de la corrupción moral y la represión política que vive el Perú bajo la dictadura del general Manuel A.Odría. No he leído toda su obra, como me pasa con otros autores, entre otras cosas, porque es muy extensa. Me leí su obra de teatro ‘El loco de los balcones’, cuyo protagonista es Aldo Brunelli, un profesor italiano de historia del arte, que se dedica con su hija Ileana a rescatar balcones coloniales en Perú. Más tarde, leí ‘Pantaleón y las visitadoras’, que es la cuarta novela del escritor, que fue publicada en mayo de 1973, cuya historia se desarrolla en la Amazonía Peruana, donde los miembros del Ejército de Perú son atendidos por un servicio de prostitutas, que son denominadas ‘las visitadoras’ y, más recientemente, su novela ‘La fiesta del chivo’, en la que el escritor traza un retrato de la dictadura de Trujillo (1930-1961) en la República Dominicana.
Mario Vargas Llosa, con sus novelas, contribuyó al fenómeno denominado ‘boom’ de los años sesenta. En su célebre discurso ‘La literatura es fuego’, que data de 1967, definía la literatura como ‘ inconformismo y rebelion’ y al escritor como ‘agitador y estimulador de cambios y mejoras, función en absoluto limitada a lo político-social (el compromiso sartreano del autor en su primera época), sino que incluye la ética y la escritura’.
¿Cuándo comenzó su reconocimiento como escritor?
Comenzó con su novela ‘La ciudad y los perros’ que, como he dicho al principio, se publicó en 1963, más concretamente, en octubre de ese año, aunque ya en 1959 había obtenido el Premio Leopoldo Alas por su primer libro de cuentos ‘ Los jefes’. En dicha obra, usa su experiencia personal en el colegio militar Leoncio Prado para denunciar no sólo la violencia, el racismo, el machismo, el clasismo, y la injusticia en el ámbito militar, sino en toda la sociedad peruana. Ganó con ella el Premio Biblioteca Breve en 1962 y obtuvo después, también, el Premio de la Crítica Española. El nudo del relato se concentra en torno al robo de las preguntas de un examen de química, que es delatado por un cadete apodado ‘ El Esclavo’, quien luego muere, presumiéndose que a manos de otro de los cadetes, apodado ‘El Jaguar’. El escenario principal es el ‘Colegio Militar de Lima, Leoncio Prado’, que está cerca del mar y rodeado de descampados. Otros escenarios que encontramos en la novela, son los barrios de Lima, donde viven algunos de los personajes, como el distrito Miraflores, donde vive Alberto Fernández, o el distrito de Lince, donde vive ‘El Esclavo’. En ella encontramos un dualismo temático, como puede ser: blanco/negro; rico/pobre, etc., que también hallamos en el espacio donde transcurre la acción (el colegio frente a la ciudad ) y también, en la alternancia entre pasado y presente. Esta obra la escribió porque él, a los catorce años, fue enviado al Colegio Militar Leoncio Prado, en el Callao, un internado donde cursó el tercer y cuarto año de educación secundaria, entre 1950 y 1951, soportando una dura disciplina militar. Fue una época en la que leyó y escribió mucho, como nunca antes antes. ‘La ciudad y los perros’ fue terminada en París, y gracias al hispanista Claude Couffon, que era, a su vez, traductor, catedrático de universidad y poeta francés, pudo contactar con Carlos Barral, director de la editorial española Seix Barral.
A mí me pareció más compleja, ‘La casa verde’, que se publicó en 1966. Hay dos espacios en la novela, la ciudad de Piura y la Selva, pero ésta última abarca diferentes lugares, como la Isla de Fushía en el río Santiago, etc. Los dos espacios, representan dos mundos opuestos: Piura, el mundo hispánico, moderno y ‘civilizado’ y la aridez, mientras que la Selva, representa la exuberancia, las tribus indígenas, lo ‘primitivo’. Sin duda, eso sí, Mario Vargas Llosa trabajaba mucho siempre sus obras, razón por la cual, entiendo, que recibió el Premio Nobel de Literatura en 2010. De hecho, ganó en 1967, el Premio Rómulo Gallegos, por su obra ‘La casa verde’. Se titula así porque Don Anselmo, personaje de la novela, es un forastero que funda un prostíbulo en Piura conocido como ‘La casa verde’. A raíz de ello, el cura García, junto a otros denominados ‘guardianes de la moral’, inician una lucha contra dicho antro, y llegan a incendiarlo, quedando Don Anselmo en la miseria, teniendo que tocar el arpa en las cantinas para poder comer.
Hay que destacar, a mi modo de ver, que la publicación de las grandes novelas del boom de los años sesenta, estuvo acompañada por la aparición de importantes textos ensayísticos que daban testimonio de la manera en que estos mismos escritores e intelectuales concebían sus propios proyectos narrativos.
El escritor peruano Mario Vargas Llosa, que nació en 1936, con ciudadanía española desde 1993, fue, sin duda, de los más activos narradores-ensayistas al reflexionar sobre las dimensiones de la novela como género moderno, en constante transformación. Inició su actividad ensayística con ensayos como ‘Novela primitiva y novela de creación en América Latina’ (1969), una de las primeras visiones del proceso renovador de la novelística latinoamericana que por entonces llevaban a cabo escritores como: Rulfo, Onetti, Arguedas, Guimaraes Rosa, García Márquez, Carpentier, Carlos Fuentes, Lezama Lima, etc.
Mario Vargas Llosa destacaba de su escritura cuatro técnicas: las mudas y el salto cualitativo (que alteran o bien el espacio, el tiempo o el nivel de realidad), la caja china (una historia que contiene diversas historias al estilo de Scheherazade), el faro escondido (datos escamoteados al lector temporal o definitivamente para activar la imaginación o coparticipación del lector) y los vasos comunicantes (sucesos que ocurren en espacios y/o tiempos distintos y que se contaminan y modifican mutuamente).
Mario Vargas Llosa experimentó con varios géneros a lo largo de su vida. Encontramos, por ejemplo, la novela policiaca que publicó en 1986, cuyo título es ‘ ¿Quién mató a Palomino Molero?; la novela erótica en ‘Elogio de la madrastra’ (1988) y ‘ Los cuadernos de Don Rigoberto (1997), etc.
Desde luego, no cabe ninguna duda, de que Mario Vargas Llosa ha influido sobre escritores posteriores, como por ejemplo, Jorge Eduardo Benavides, nacido en 1964, y Luis Urteaga Cabrera, nacido en 1940. La obra de Urteaga ‘Los hijos del orden’, por ejemplo, narra la rebelión en una cárcel de menores con técnicas vargallosianas. Ha sido definido como uno de los más completos narradores de su generación y, desde luego, una figura destacada de la literatura hispanoamericana.
Como otros autores hispanoamericanos, abrazó también la política. En sus años mozos simpatizó con el comunismo, pero a partir de la década de los ochenta se adscribió al liberalismo. Un hecho que no todo el mundo conoce, es que fue candidato a la Presidencia del Perú en las elecciones de 1990 por la coalición política de centroderecha Frente Democrático. Perdió en segunda vuelta frente a Alberto Fujimori.
Actualmente existe el ‘Premio Bienal de Novela Mario Vargas Llosa’, que es un galardón que se entrega en la ciudad de Lima, en Peru. Fue creada por la Cátedra Vargas Llosa. Dicha cátedra surgió en el año 2011 como una iniciativa de la Fundación Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes y 10 Universidades españolas, con el proyecto de buscar, fomentar y apoyar el estudio de la literatura contemporánea, potenciar el interés por la lectura y la escritura, apoyar la nueva creación literaria iberoamericana, difundir la obra de Vargas Llosa y promover estudios de investigación, etc.
Se nos ha marchado otra figura clave en la Literatura Hispanoamericana. Nos deja, eso sí, un importante legado de numerosas obras, en las que podemos ver mundos muy diversos e historias escritas con una prosa muy pulida, que es lo que le ha llevado a estar entre los grandes escritores.
Juana María Fernández Llobera
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