"LEVE Y TRANSPARENTE"
HIPATIA Asociación Intercultural 
icono de búsqueda de contenidos
HIPATIA Asociación Intercultural

"LEVE Y TRANSPARENTE"

Un cuento de Diana García Corona

Diana García Corona | 7 abr 2025


LEVE Y TRANSPARENTE

 

"Es un vegetal", he oído murmurar desde el día en que nací. Al principio no comprendía bien lo qué querían decir, sólo sabía que todos callaban si mi madre se acercaba. Poco a poco comprendí que se referían a mi imposibilidad de mover este cuerpo, que para todos soy yo y para mí es sólo el cascarón donde descanso algunas horas al día. Inspiro compasión. Sin embargo no envidio la pesadez de los cuerpos ajenos, ese aferramiento al suelo, la inútil energía que gastan en su desplazamiento, la servidumbre del cuidado. Es una tarea estéril dado que la materia que lo compone, por su propia naturaleza, tiende a la podredumbre. La esencia de mi ser es, por contraposición, inmutable. Lo único que llevo mal es no poder comunicarme. Por más que lo intento este cuerpo sólo sabe abrir los ojos o cerrarlos, y precisamente los abre cuando yo me duermo. Cuando tengo sueño, clavo mi mirada en el techo y mientras descanso, todos se dedican a hablarme, agitan objetos frente a mí tratando de interesarme o se empeñan en poner música, que según parece, dicen que me gusta. He tenido que acostumbrarme a dormir con este ajetreo. Al despertarme, los ojos se cierran y así todos creen que estoy dormido. Me deslizo entonces suavemente, me elevo y observo mi cuerpo sobre la cama. Lo dejo allí quietito, como siempre, y recorro la casa. Libre. Sutil. Como soy tan leve y transparente nadie me ve. Descubro a mi madre en la cocina y enredándome en su pelo le hago cosquillas en el cuero cabelludo mientras me impregno del olor de sus guisos. Ella sonríe con placer al sentirse acariciada y soy feliz, aunque no sepa que soy yo. Me adelgazo luego en extremo y me cuelo por las rendijas de la ventana. Salgo al jardín. En otoño disfruto girando sobre mí mismo y arremolinando las hojas, en verano repto a ras del suelo sobre la tierra húmeda aspirando, ensanchando mi levedad con su aroma. En invierno mi lugar preferido es la biblioteca, allí me sumerjo entre las hojas de los libros. No sé leer pero percibo todas las emociones y vivencias que se esconden en cada rincón de un libro, desde las que tuvo el autor cuando lo escribió hasta las que sintieron cada uno de sus sucesivos lectores. Soy muy permeable y me dejo penetrar por los sentimientos. La levedad de mi ser se agita y así lloro, me río, me estremezco y, cuando acabo agotado, vuelvo a mi cuerpo, que me espera inmóvil, siempre en la misma posición, abro los ojos y me duermo. 

                                                                     Diana García Corona

 

 

 

Temas relacionados:

Opiniones de este contenido

Esta web se reserva el derecho de suprimir, por cualquier razón y sin previo aviso, cualquier contenido generado en los espacios de participación en caso de que los mensajes incluyan insultos, mensajes racistas, sexistas... Tampoco se permitirán los ataques personales ni los comentarios que insistan en boicotear la labor informativa de la web, ni todos aquellos mensajes no relacionados con la noticia que se esté comentando. De no respetarse estas mínimas normas de participación este medio se verá obligado a prescindir de este foro, lamentándolo sinceramente por todos cuantos intervienen y hacen en todo momento un uso absolutamente cívico y respetuoso de la libertad de expresión.




 No hay opiniones. Sé el primero en escribir.


Escribe tu comentario
* Datos requeridos
Título *
Contenido *
Tu nombre *
Tu email *
Tu sitio web